Amanda
Tiro de la cadena y me miro la cara. Tengo una
cara horrible, pálida, mucho. Me doy miedo de mi misma, esta no es mi cara de
siempre. Me lavo los dientes y me coloco un poco la camisa vaquera que se había
arrugado al agacharme. Salgo y Mario me está mirando:
-Amanda, ¿cuánto piensas estar así? ¿Has visto la
cara que tienes?
-Cállate de una puta vez, tú no estás en mi piel.
-Mira, haz lo que quieras, te he aconsejado y no
me quieres escuchar. Vamos a la plaza.
-Dios, te pareces a la canción de Porta “Tu amiga
te aconsejaba y no la quisiste escuchar” Tira, anda.
Bajamos las escaleras hasta llegar a la puerta que
da a la calle. Caminamos durante unos minutos y llegamos a la famosa plaza de los
árboles muertos. Llamada así porque todos los árboles están sin cuidar y secos.
Vamos caminando hasta llegar al banco que está en frente del quiosco ya
cerrado, puesto que la mujer se jubiló hace ya unos años. Caminamos hasta la
esquina de la tienda de retales, también cerrada, pero esta, por vacaciones. Me
puse a hablar con Mario de la primera gilipollez que pasó por mi cabeza, hasta
que oigo un grito, un poderoso grito que venía de dos metros de distancia. Me
giro y la veo, o mejor dicho, les veo. Mel e Iván, Iván y Mel. Ella, con su
metro cincuenta y seis bien llevado, su larga melena castaña y sus ojos, tan
abiertos como dos soles. Él, tan alto que me tengo que poner de puntillas para
darle dos besos, con sus ojos de ese azul tan intenso y su pelo del color del
azabache:
-¡¡Amanda!!- viene corriendo, le pasa la maleta a Iván
y se tira encima de mí.
-Mel, que no es la primera vez que nos vemos,
loca. Compórtate-suelto una carcajada y ella me acompaña.
-Amanda, no te molesta que haya traído a mi gran
amigo Iván, ¿no?-se nota que lo dice con sarcasmo, con un gran sarcasmo. Niego
con la cabeza y me da un abrazo.
-Te echaba de menos, pequeñaja-me mira con mala
cara y me da una colleja, seguido de un abrazo.
-Y yo a ti, giganta.
-En fin…-Iván tose y Mario carraspea. Mel y yo nos
separamos y les miramos con una mirada vengativa.
-¡Ay, perdona! Mario, Mel. Mel, Mario-se dan dos
besos y noto como ella enrojece. Se la nota que está enamorada, aunque no me lo
quiera reconocer.
-Tú a esto ya le conoces, Amanda-le doy dos besos
a Iván y también enrojezco, al igual que Mel anteriormente. A diferencia de
ella, yo si lo reconozco, estoy enamorada, profunda y totalmente de Iván.
-¿Cómo que esto? ¿A qué te mando de vuelta a
Barcelona y yo me quedo aquí?-Iván me mira y me sonríe. Me encanta cuando lo
hace, me siento, ¿querida? Si, será eso.
-Que si, Iván. Que te compres una novia-Mel me
mira y me guiña un ojo, yo la doy una patada-¡¡Ay!! ¡¡Agresiva!!
-Gracias, cielo-me río y ella también pero me
mira, me observa durante unos segundos y me mira seria-¿Qué pasa?
-Mandy, tienes mala cara-me pongo nerviosa, a ver
que le puedo decir yo ahora.
-Es que he estado un poco mala pero ya estoy mejor-sonrío
e intento no mirarla a los ojos.
-Es verdad, Amanda. Tienes la cara muy pálida, no
pareces tú-Joder, ya viene el otro. Mario me mira, se le entristece el rostro y
mira al suelo. Siento que de alguna manera, le estoy defraudando.
-No, en serio, estoy bien. Va, venid a dejar las
maletas-empezamos a caminar. Mel, por raro que me parezca, se pone a hablar con
Mario. A él le veo muy cerrado, y es raro en él. Mario siempre ha sido el
típico graciosillo, el que te gasta bromas un día si, y otro también. No suele
ser un tío cortado, es más, es de los más lanzados que conozco. Iván se pone a
mi lado.
-Espera, que te ayudo con las maletas-coge una y
empieza a caminar.
-Que no, que no, que no hace falta-vuelvo a coger
la maleta y doy tres o cuatro pasos rápidos.
-Va, Mandy, déjame-la agarra y yo me quedo
paralizada. Me ha llamado Mandy, teniendo en cuenta que él siempre me llama “asquerosa”
o “Amanda” es un gran paso, ¿no?
-Vale, pero sólo esta vez. A la derecha-giramos
todos. Oigo como Mario y Mel van riendo. Yo sigo imaginándome a Mario de “cuñado”.
Sacudo la cabeza para quitar esos pensamientos de mi cabeza pero disimulado, no
quiero que piensen que estoy loca.
-Y bueno…¿Qué haremos hoy?-Iván se acerca más a mi
y pasa el único brazo que le queda libre por mis hombros. Yo enrojezco.
-Pues, creo que, quizás, os enseñamos un poco el
barrio y luego vamos a la piscina.
-Me parece bien-quita el brazo y le digo que pare.
Frenan todos y abro el portal. Les dejo pasar y subimos el primer piso. Abrimos
la puerta “C” y lo primero que se ve es el recibidor. Entramos y tanto Mel,
como Iván, observan cada rincón de la casa.
-Mandy, me encanta tu casa y sólo he visto el
recibidor-suelto una carcajada y Mel sonríe, seguimos caminando hasta mi
habitación.
-Vale, nos quedamos a vivir aquí, ¿a que si
Iván?-Mel se sube a mi cama y empieza a saltar-¡Como mola!-yo agito la cabeza
en señal de negación.
-Hay que ver…
-¿Dónde dejamos las maletas?-me pregunta Mario
cogiendo una maleta e Iván otra.
-En la habitación de al lado, que luego prepararé
las camas.
-Vale-van a la otra habitación y se quedan allí charlando,
se les oye reír y, básicamente, hablar. Mel baja de la cama y se acerca a mí.
-¿Te lo esperabas?-me susurra. Sé a lo que se
refiere. Iván.
-Cuando te he visto con él, te quería tirar una
silla a la cabeza.
-Fue lo primero que pensé cuando le dije lo de
venir. Mi madre le ha obligado a venir para “cuidarme”-hace las comillas en el
aire.
-Bueno…-me sonrojo.
-¡Ahh!-Mel grita como una descosida y las cabezas
de nuestros amigos aparecen por la puerta.
-¿Qué ha pasado?-pregunta Mario.
-Nada, nada, cosas nuestras-digo yo. Mario susurra
un “Chicas…” y vuelve a la otra habitación. Iván sonríe y va con él.
-Dios.
-Mío-termino la frase que había empezado mi mejor
amiga.
-¿Te gusta mucho?-me pregunta Mel, sentándose en
la cama.
-¿Mucho? Créeme, esa palabra, es poco para lo que
siento por él.
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¡HELLO! ¿Qué tal estáis? Espero que genial. Bueno,
este es el primer capítulo de nuestra nueva historia, digo nuestra porque la
haremos, Mel y yo. Por si no ha quedado claro, que creo que si, Mel es Mel xd y
yo soy Amanda. Me encanta ese nombre y como no me quería poner Adriana me puse
ese. Pues nada, espero que os haya gustado. Por favor, comentad.
Un
besazo.
#Adriana
Adrianita:
ResponderEliminarMe encanta en serio. Me encanta muchísimo y más si lo escribes tú. Me gusta lo de "Créeme, esa palabra, es poco para lo que siento por él" Porque me recuerda a lo mucho que te quiero yo.
Manoli, gracias por ser mi amiga, en serio. Muchísimas gracias <3
Te quiero muchísimo, de verdad <3
Yo te quiero más, boba <3 Mucho más y lo sabes <3
EliminarMe encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥ Me encanta♥
ResponderEliminarajajjaja me gusta mucho la historia y soy una gran seguidora tanto del tuyo, como del de Mel
siguiente capi ya!
Buah, muchas gracias ^^ Me alegra un montón que te guste. El capi 2 lo va a subir ya Mel! ^^ Un besazo
EliminarMee eencaantaaaaaaaaaaaaaaa! :D La verdad es que las dos escribis que me dejais por los suelos jeje :) Da mucho gusto leer novelas de vosotras! :D Un besazo! Y publicad pronto! :)
ResponderEliminarMe alegrooo ^^ Muchisimas gracias :D Un besazoo. Ya mismo! ^^
EliminarMe encantaaa!! Es genial, y me encanta eso de que Mandy no quiera decir que la pasa porque yo hago lo mismo! jajaj, y lo de las dos parejitas va a estar genial!! :D me encanta, me encanta, me encantaa!! :D
ResponderEliminarun besitooo