Amanda.
-¿Estás
bien? Mel suele ser muy burra-le toco la mejilla y se la acaricio, mientras le
miro a los ojos.
-No
cal que me lo jures, pero es la primera vez que me da un bofetón-se ríe y yo
con él.
-Bueno,
pero no te duele, que es lo importante, ¿no?-pasa su mano por mi cintura.
-No,
no me duele-dice en un susurro. Paso mis brazos por alrededor de su cuello. Nos
vamos acercando cada vez más pero en ese instante, oigo a alguien toser.
-Bueno,
Manola, vámonos al burger-dice Mario pasando su brazo izquierdo por la cintura
de Mel.
-¿Manola?
Mira que yo también se partir caras, ¿eh?-le miro amenazantemente mientras que
Iván me coge por la cintura, no vaya a ser que haga lo mismo que Mel
anteriormente.
-Vámonos
ya-empezamos a caminar todos hasta el Burguer King, entramos y pedimos cuatro
hamburguesas. La cena transcurre entre risas y tonterías, ya que, es lo único
que sabemos hacer.
-Bueno,
voy al baño-me levanto.
-Vale,
¿te acompaño?-me pregunta Mel levantándose ella también.
-No,
no. Déjalo, no me voy a perder-me río y ella también.
-Vale.
Me
dirijo hacia los baños, entro en una de las cabinas y me agacho, poniendo las rodillas
en el suelo. Precipito mi cabeza hacia el agujero y meto los dedos en mi boca,
noto como la hamburguesa recién tragada sale por la boca. Con un “Puag, que
asco” tiro de la cadena y me voy a lavar la boca. Me lavo los dientes y salgo
normal pero cuando me voy acercando a la mesa, sonrío mucho. Iván está solo,
los otros dos, a saber donde se han ido:
-¿Dónde
han ido los otros dos?
-No
lo sé-me contesta Iván-Se levantaron, se despidieron y se fueron.
-Bueno,
entonces, ¿te enseño Madrid?
-Vámonos-se
levanta y me coge de la mano, como ha hecho tantas y tantas veces hoy.
-Bueno,
solo te puedo enseñar el barrio porque Mario no me ha dejado los bonobús y no
me apetece pagar-se ríe.
-Vale.
-Mira,
esté es mi antiguo colegio. Una mierda lo sé. Y aquello…-así transcurrió la
noche enseñándole todo Carabanchel y notando su mirada sobre mi cuerpo, fija.
Sin moverse. Cómo si quisiese rememorar el momento.
2
horas después.
-¿Qué
hora es, Iván?-quita el brazo de alrededor de mis hombros y mira su reloj.
-Las
doce y veinte-abro los ojos como platos.
-¿¡Las
doce?!-asiente-¡Corre vámonos!-nos levantamos del banco y empezamos a correr.
Suerte que estábamos cerca de casa. Entramos y…no hay nadie.
-¿Por
qué hemos corrido?-dice Iván separando las palabras con un suspiro.
-Para
que Mario no me “echara una bronca” pero creo que se la tendré que echar yo a
él.
-¿No
están?
-No.
¿Les llamo?-digo sacando el teléfono de mi bolsillo. Iván me detiene.
-Déjales
que se diviertan, anda-se acerca a mi y pone mi pelo detrás de mi oreja. Me
acaricia la mejilla y me mira a los ojos-¿Sabes que te has puesto muy guapa?
-Muchas
gracias-me sonrojo.
-La
verdad, la pura y cruda verdad-se acerca cada vez más a mi hasta que, se abre
la puerta y se oye un suspiro. Seguramente de Mel.
-Mario,
corre, vámonos-susurra Mel, lo suficientemente alto como para que lo oiga.
-¿Pero
por qué?-Mario habla mucho más alto-Iván, al darse cuenta de la presencia de
los desaparecidos, se separa lentamente de mi, con cara de pena.
-¡Ves!
¡Ya les has cortado el rollo! Si es que…-le da una colleja que resuena por toda
la casa.
-No
pasa nada-digo sonriendo amargamente-Yo me voy a dormir ya, buenas noches a
todos.
-Buenas
noches, Mandy-Mario me da dos besos. A Mel otros tantos y a Iván un apretón de
manos.
-Yo
también me voy-Iván me mira y me acaricia la mejilla-Descansa.
-Lo
mismo te digo-le sonrío y le doy un beso-Mel, ¿te vienes?-asiente. Entramos a
la habitación y me sonríe.
-¿Os
habéis besado?-pregunta ansiosa por mi respuesta. Niego con la cabeza y ella
entristece rápidamente-Siento haber entrado…-la interrumpo.
-No
te preocupes además, es demasiado pronto, ¿no crees?
-Boba,
le conoces desde hace años y casi mejor que yo. Además, se nota que os gustáis.
Hay chispas cuando os miráis.
-Mentira,
además sería imposible estar con él.
-Mandy,
recuerda: “Los imposibles no existen”
-No
utilices mis frases, guarrilla-la envío una mirada amenazadora y me río a
carcajadas.
-Va,
Mandy, os gustáis. Deja de negarlo.
-Lo
negaré hasta el fin de mis días.
-Bueno,
haz lo que quieras, me voy a dormir. Buenas noches, mi niña. Te quiero-se pone
el pijama rápidamente y me da un beso en la mejilla.
-Y
yo, mi vida, y yo-se tumba y yo hago lo que hizo ella anteriormente. Me meto en
la cama y pensando, me quedo dormida.
Al
día siguiente.
Me
despierto oyendo unos susurros, agudizo mi oído y escucho mejor:
-¿Por
qué no la has dicho que estás enamorado de ella?-dice una voz parecida a la de
Mario.
-No
puedo tio, son muchos años…-ese es Iván. La tripa se me revuelve, ¿de quién
están hablando?
--Va,
Iván, ¿eres un miedica? No. Pues va, díselo-esa es Mel. Yo me estoy liando.
-Vale…Cuando
pueda y me atreva, se lo digo-Oigo pasos y Mel me mueve.
-Mandy,
despierta-abro los ojos y la miro con una sonrisa.
-Que
guapa eres, joder-se rie y la abrazo.
-Te
echaba de menos estos meses.
-Y
yo a ti, vida.
-Buenos
días, bella durmiente-Iván entra en la habitación y yo me tapo la cabeza con
las sábanas.
-¿Qué
hace?-le pregunta él a Mel.
-Tengo
pelos de loca-ellos se ríen-No me hace gracia.
-Tú
estás guapa de cualquier forma-dice Iván.
-Eso
es mentira, soy muy fea.
-Como
vuelvas a decir eso te pego-me amenaza Mel. Se acerca a mi cama y empieza a
hacerme cosquillas.
-¡Parad!-río
y río pero no paran.
-Cuando
digas: “Os quiero Iván y Mel”-dice el primero.
-¡Nunca!-me
hacen más cosquillas aún- Vale, vale “Os quiero…”
-¿A
quién quieres?
-A
vosotros, ¡parad ya!-pego un grito y paran.
-Uuuu,
Mandy…-dice Mel.
-¿Qué?
-Que
ahora si tienes pelos de loca-se ríe.
-¡No!-me
tapo con la manta.
-Va,
vístete que quiero ir a dar una vuelta.
-¡Voy!-me
levanto rápido de la cama y echo a Iván de la habitación.
-Vale,
vale, pero me voy porque yo quiero-dice este antes de cerrar la puerta.
-¿Qué
me pongo?-abro el armario y empiezo a mirar.
-Voy
a ponérmelo-me lo pongo.
-Dios,
que bien te queda-sonríe y me da un abrazo-Sal, vamos-me empuja hacia la puerta
y veo a Iván que me está mirando de arriba abajo con la boca abierta.
-¿Qué
pasa?
-Que…
estás muy guapa-sonríe y yo me sonrojo, como siempre que me dice un cumplido.
-Muchas
gracias, tu también.
-Bueno,
vámonos. ¿Dónde vamos hoy?
-Básicamente,
a cualquier lugar.
-¿Y
eso donde está?-dice Mel.
-Pues
en el País de Nunca Jamás-respondo sonriente, como una niña pequeña.
-¿Aún
sigues creyendo en eso? ¿Cómo en E.T?-dice el graciosito de Iván.
-¿Quieres
que te pegue?
-No
te atreverías-me acerco hasta tenerle a cinco centímetros de mi cara.
-¿Tú
crees?
-Yo
creo.
-¿En
serio?
-Chicos,
¿cuándo os vais a besar?-dice Mel mirándonos con una sonrisa-enrojecemos los
dos y nos separamos.
-¿Perdona?
-Como
no os beséis os juro que moriré-exagera mi amiga.
-Pareces
andaluza, no veas como exageras.
-Eso
me lo dice mi abuela-me contesta Iván.
-Tú
estás buscando que te pegue ¿no?
-No,
claro que no-pone una sonrisa gilipollas como contradeciéndome.
-¡Ya
verás!-echo a correr detrás de él. Me recorro toda mi casa hasta que se mete en
su habitación. Le rodeo contra la pared y él me da la vuelta, quedando al
revés. Yo contra la pared y él con sus dos brazos a los lados de mi cabeza.
-Entonces…¿cuándo
nos vamos a besar?
……………………………………………………………………………………….
Corto,
ni me lo he repasado, pero tengo que estudiar y quería subirlo antes de
hacerlo. Espero que os guste. Y el siguiente le toca a Mel. Un besazo a todas.
PD:
Gracias por los comentarios, sois las mejores <3